domingo, 21 de diciembre de 2014

Me encanta enterrarte la pija
afirmar tus piernas por el reverso de tus rodillas y enterrarte la pija
y verla entrar y salir
y ver tus pechos rebotando
y tu cara gozando
y besarte las mejillas
y respirar en tu cuello
y tomarte la cabeza con ambas manos
y tocar tus orejas
y tocar tus labios con los míos
y afirmarme de tus hombros
y empujarte hacia mí
y enterrarte la pija
y enterrarte la pija
y enterrarte la pija
y decirte que te quiero.

martes, 9 de diciembre de 2014

Este blog es pa escribir hueás

Hueás que espero que alguien lea. Sino, no las publicaría. Hoy quiero publicar que fue un día pasturri. No hice nada mucho. Hice el amor en la mañana. El amor de verdad,  con todas sus letras. Sería lo más valioso que hice. Falté a la pega, me hice el hueón, dije que tenía fiebre o algo. Estuve todo el día en internet, decidí salir a caminar, tomar onces en lo de Don Ángel y volver pa mi casa. Sería. Me carga andar pasturri. Sobretodo cuando tengo 20 pinturas en la cola y que terminar el video de los Tomates y sacar la carátula del EP de la Parálisis. No hice ná de eso. Porque no quise, porque me dio paja. Porque de un tiempo a esta parte hago lo que quiero.

sábado, 29 de noviembre de 2014

Se va a culiar a su profe

Está bien, déjala.
Tú también te diste esa licencia con una chica con la que ya tenías algo.
No es para tanto tampoco.
Es sólo cuerpo, sólo pene y vagina. Sólo besos.
Se lo deben
tienen derecho
tienen historia
Déjalos.
Déjalos, es sólo carne.
Tú la tienes acá, tú la tienes cuando está contigo, déjalos.

domingo, 23 de noviembre de 2014

morir inflado de belleza

Afortunado de ver esa cara cuando me despierto
una tan bella que no me cabe
que soy incapaz de almacenar
y que me obliga a poner fuera de mí en forma de palabras
y repetir continuamente lo bella que es
y lo afortunado que soy de ver esa cara cuando despierto
y decir que tanta belleza no me cabe adentro
que me es imposible guardar para mi
y se vuelve imperativo sacar afuera en forma de palabras porque de otra manera explotaría.


jueves, 20 de noviembre de 2014

Femicidio sonámbulo

He tenido sueños extraños desde que duermo contigo, casi pesadillas. La primera fue un sueño más bien abstracto. Como las pesadillas geométricas que tenía en mi infancia y que se me repetían  de vez en cuando. Un sueño  en blanco y negro y deslavado, donde aparecía la imagen de una carta de ajustes de una televisión antigua que comenzaba a deformarse en triángulos alargados en una animación precariamente sicodélica. Siempre que tenía esa pesadilla despertaba con fiebre. Esta vez, durmiendo a tu lado soñé con pinchos para comer choclo. Figuritas de plástico a escala de una mazorca con dos puntas de fierro para ensartar el choclo en sus extremos y poder tomarlo  sin quemarse o ensuciarse los dedos. Soñé con eso. Sólo con eso. Con el objeto. Uno. Frente a mí. No pasaba nada. Sólo lo tenía en frente y yo lo observaba.

El sueño que vino después claramente fue una pesadilla. Era el día de mi matrimonio. Me había casado con una mujer que no quería. El sueño empezaba conmigo esperando en una casa en la playa a  que llegaran a buscarme para ir al lugar de la fiesta después de la ceremonia. Llevaba menos de una hora casado y ya estaba arrepentido. ¿por qué había hecho eso? tenía que asumir un compromiso que no quería y sólo me quedaba aguantar. Me preguntaba cuánto tiempo sería sensato esperar para decir que me había arrepentido. En eso llega a buscarme mi suegro, un caballero desconocido para mí hasta entonces. Caminé hacia el auto y me estiró la mano para saludarme con cara de papá contento, cálido. La palma de su mano era peluda. Tenía una barba lisa y tupida de color castaño claro. Una barba de tres semanas muy bien cuidada en la palma y dedos  de su mano que esperaba tocar la mía.

La tercera fue la de un buen amigo recriminándome haber besado (o asesinado) a su ex novia, a su amor histórico.  El me decía en su tono sabiondo: "tienes que hacer algo con tu vida. La estás cagando muy seguido" Yo le creía y me sentía mal. Sobretodo por que cuando él me hablaba yo recordaba un episodio sucedido años atrás manejando con mi hermano por alguna carretera del sur, borrachos, de regreso de alguna fiesta, cuando repentinamente una mujer cruzó la carretera y yo la atropellé de lleno y pasé por encima. Murió instantáneamente. No dijimos nada ni nos detuvimos. He matado dos mujeres, me dije, ojalá nadie lo descubra.

Ojalá nadie me descubra.

Luego desperté.


miércoles, 1 de octubre de 2014

Líneas de fierro caliente

Era día martes en el desierto.  El aire estaba limpio  y a esa hora de la mañana el calor ya era punzante, como siempre. Los rayos del sol sobre su nuca, rebotando en la tierra del suelo y chocando contra sus ojos eran tan filudos como las rocas del paisaje. Era martes, Les lo sabía, pero al inmenso plano de polvo y rocas le era indiferente y no cambiaría jamás su comportamiento según qué día o mes del año fuese, salvo contadas ocasiones  en las que llovía y que Les aprovechaba para juntar agua. La línea  de horizonte infinita, inmóvil  y lejana era el límite del hábitat de Les, que no recordaba cómo había llegado ahí, pero sabía que ese era su nombre porque el overol que vestía tenía  bordado con hilo, a la altura del corazón, las letras L-E-S.
Al amanecer  salía de su refugio  de madera y techo de lata. Caminaba kilómetros hasta los rieles del tren que dividían al desierto en dos. Se sentaba en medio de las  líneas de fierro caliente a esperar  que  algún ruido le avisara de la proximidad de un tren. Cada tanto acercaba su oreja al riel para verificar, con cuidado de no quemarse. Miraba al horizonte. Imaginaba al tren acercándose. Intentaba obviar los efectos ópticos que distorsionaban su visión y estar atento pero pronto empezaba a divagar. Proyectaba las líneas del tren hacia el cielo, dibujando una equis gigante. Concentrándose en cada porción triangular que se formaba, separando y clasificándolas.  Cruzaba el cielo con las  líneas de fierro sobre su cabeza y las hacía  erguirse en  el suelo como pilares de una  mega estructura.  Replicaba en el cielo su propia imagen invertida. Lograba desdoblarse y sentir  la fuerza de gravedad en su cuerpo  suspendido entre los rieles  y verse allá abajo como un diminuto punto negro en esa inmensa extensión de tierra amarilla. Sentía el pulso de su sangre en la cabeza, y cómo esta se movía al son de cada latido por más que  intentara mantenerla quieta. Lo mismo su cuello, su tórax y sus piernas. La cadencia de pulso fue bajando hasta que Les entró en un profundo sueño sin prestar atención a las piedras que quedaron bajo su espalda y su cabeza.
Soñó con el mar.
Despertó con un hilo de saliva colgando de su boca. Hubiera querido dormir más. Se levantó. Caminó por lo rieles en dirección contraria. En su camino iba reconociendo las marcas que había dejado en otras ocasiones.  Piedras amontonadas, su nombre escrito con pequeños surcos,  excrementos secos y desteñidos por el sol. Cada día caminaba un poco más por la línea férrea conquistando nuevos tramos. Cuando pasaba largo rato sin encontrar alguna seña hacía un alto y buscaba algo con qué dejar una marca. Generalmente eran montones verticales de rocas y una flecha dibujada en el suelo indicando la dirección de su refugio.
Un  viernes, camino a la línea férrea, encontró un zapato de seguridad. Al principio creyó que era una roca al estar cubierto de polvo, pero cuando lo sacudió y descubrió lo que era, lo soltó y miró hacia atrás buscando algún testigo. Lo recogió y regresó a su cubil y lo puso en la repisa  junto a los otros objetos de procedencia humana.
A los pocos días, en esa misma zona, encontró el esqueleto de un cuadrúpedo. No pudo distinguir qué animal era, porque el cráneo estaba aplastado, pero debía ser un perro o un zorro, quizá una llama joven . Al intentar levantarlo los huesos se desprendieron y sonaron tímidamente al caer al suelo. Decidió mover su refugio a esa zona  donde cada día encontraba más rastros humanos.
Un aullido lo despertó en medio de la noche. En su nueva locación, situada estratégicamente, Les podía divisar la línea del tren, desde donde provenían los agudos y cada vez más sostenidos gritos. Se asomó, pero no distinguía nada en medio de la noche. Sintió un llamado de auxilio. Se apresuró a salir sorteando los obstáculos del suelo a oscuras. Se detuvo al oír que el timbre de los gritos se tornaba más grave y rasposo. Siguió, caminando con miedo. Los gritos no cesaron. Veía  los rieles del tren pero no veía movimiento alguno. Reconoció en los gritos el llanto de un recién nacido. Cuando llegó a los rieles, encontró dentro de una caja de zapatos un bebé vistiendo una polera   XL. Miró en todas direcciones, no encontró a nadie. Lo tomó en brazos. Tomó de la caja un chupete. Se lo puso en la boca y  de a poco dejó de llorar. Regresó a su cubil. Se puso al niño en el pecho  y durmieron ambos hasta el día siguiente.
Soñó que el tren lo llevaba de regreso a casa. Con el follaje de los árboles, zarzamoras y plantaciones al costado del camino.
A la luz del día, en el lugar de los hechos, pudo reconocer la huella de un automóvil que se perdía en la dirección en donde se pone el sol. "De allá vienen" Decidió ir a devolver a la guagua. Se lo agradecerían y tal vez lo premiarían permitiéndole instalarse a vivir con ellos.
Regresó a su refugio, tomó al recién nacido, un poco de agua para el camino y partió. Había caminado en esa dirección, pero esa zona era demasiado extensa y eran muy pocas las cosas que encontraba en esa dirección. Además era muy lejos de la línea del tren, y no quería estar lejos para cuando el tren apareciera. Caminó con el niño en brazos. Le daba de beber con un trapo mojado que le ponía en la boca y le refrescaba la frente. El niño durmiendo, apenas reaccionaba. Se hizo de noche, descansó detrás de una roca. Hacía mucho frío, decidió seguir caminando para entrar en calor. De apoco fue amaneciendo. En el suelo comenzó a encontrar más huellas de autos, más zapatos de seguridad,  más  huesos de animales. Soltó un pequeño grito al toparse  de imprevisto con el cadáver de un perro,  hinchado y tieso, con el hocico abierto enseñando sus colmillos y con  la lengua y los ojos tapados de gusanos y moscas. Siguió caminando, el terreno había dejado de ser plano y comenzaba una pendiente. Al frente, lejos vio el poblado. Las casas eran idénticas a su refugio: Techos de lata con paredes de madera. Una al lado de la otra. Alcanzaba a oír movimiento de autos y radios encendidas y voces de niños. Entre Les y el poblado había una honda quebrada que era usada de vertedero. Rumas de neumáticos, botellas, chatarra de autos y escombros. Perros y gaviotas husmeando en las bolsas plásticas. Conchas de molusco, cáscaras de plátano, colillas de cigarro, latas, ropa y ratones. Todo húmedo por el rocío de la mañana y soltando un vapor provocado por los primeros rayos de sol.
Les  dudó de entregar al niño ahí.  Bordeó el vertedero para acercarse más y de pronto se vio en medio de una jauría de perros que empezaron a gruñirle y ladrarle. Uno  mordió su pantorrilla izquierda. Les se echó a correr vertedero abajo, cada pisada se le  hundía en aquel pantano de bolsas de basura negra, tenía que  pisar lo que pareciera más sólido,  logro dar trancos cada vez más largos y  apresurados,  apenas posaba la punta de sus pies para rebotar hacia el siguiente paso,  arrancaba, casi planeaba sobre el basural cuando un  fierro se atascó en su overol rajándole una pierna, botándolo al suelo y haciéndolo rodar quebrada abajo y dejarlo de cabeza, torcido e incrustado sobre un montón de cajones fruteros.
 Quedó inconsciente.
Soñó que levitaba sobre el desierto. Que se alzaba hacia el cielo y veía todas las marcas que había dejado en la línea del tren. Vio cómo cada una de estas se unía por una delgada línea -la huella de sus pasos- al lugar donde estaba su refugio originalmente. Vio el entramado de todos sus recorridos por el desierto. Vio  la distancia entre la línea del tren y el vertedero. Quiso alejarse más y encontrar otro poblado o la estación de tren más cercana. Hizo un esfuerzo por estirarse con su espalda y sintió el dolor en su cuerpo. Se despertó. Abrió los ojos, se recompuso y se puso de pie. Salió a penas del vertedero. Tenía un tajo abierto  en su pierna derecha. Buscó al niño en el lugar que recordaba haberlo perdido, no estaba por ningún lado. La jauría tampoco.


Les abandonó su cubil. De ahí rescató sólo el contenedor para el agua. Camina todos los días por la línea del tren con el sol que sale a su izquierda y se pone por su derecha. Cuando se hace de noche se refugia tras una roca o hace un desnivel en el suelo donde duerme en posición fetal. De día camina y de noche sus huellas las borra el viento. 

sábado, 27 de septiembre de 2014

Monumento

Luego de tres años sin verte te me sigues apareciendo en sueños. Sigo caminando por la calle esperando encontrarte. Sigo creyendo que en algún rincón de tu corazón, todavía me amas. Sigo creyendo que te amo. Sigo creyendo que sólo basta que un día me aparezca por tu casa con un anillo para que caigas rendida y seas mía de nuevo.

He vivido sin timón y en el delirio regando al mundo con mi amor adolescente. Probé nuevos sabores y aprendí a usar el cuchillo. Tengo un montón de amigos nuevos. Estoy feliz de haber hecho todo eso que te dije que quería hacer y que no podíamos hacer juntos. A veces me acuerdo de tu voz imitando a Leo Rey o cantando La gata bajo la lluvia y me vuelvo a reir solo. A veces me pregunto si lograré llegar a esa clase de conexión y fiato con alguien. No he tenido la voluntad de volver a hacerlo. Te culpo a ti y culpo a mi madre. Y a mi hermana Graciela y a todas las mujeres que me han abandonado. Cavaron un hoyo en mi pecho que soy incapaz  de recomponer y nada es capaz de saciar esa hambre. Esa es mi condición. Sólo puedo aceptarla. Por mientras espero aquí lo que sea, lo que venga, acompañado de la pintura y la batería, ellas estarán ahí siempre para mí.

martes, 16 de septiembre de 2014

Lo siento

Si hasta hoy he vivido con odio, desconfianza y envidia

domingo, 14 de septiembre de 2014

IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII

Es  necesario entregar la vida.
Hay que entregar la vida.
Aunque sea a la droga y al crimen.
Hay que darla  toda entera
Porque no nos pertenece

domingo, 7 de septiembre de 2014

Celebrar su onomástico en secreto

Amigo, tengo que confesarte que estoy enamorado de tu mujer.
No me atrevería jamás a dar un paso hacia ella. Jamás.
Pero es necesario poner en palabras no el deseo sino la admiración profunda que siento hacia su persona y belleza.
Tengo que confesarte que a veces, cuando estás distraído, vuelo hasta tu mente y me apodero de tu cuerpo y miro a través de tus ojos. Así he podido presenciar todo eso que solo a ti te confía y la manera en que reluce.


jueves, 28 de agosto de 2014

El Anatsui

http://www.glenwoodnyc.com/manhattan-living/el-anatsui-gravity-and-grace-exhibition-brooklyn-museum/

miércoles, 27 de agosto de 2014

-Elizabeth Peyton
-Fabián Marcaccio
-Nuno Ramos
-David Altjmed
-Liu Xiaodong
-Sergio Romagnolo
-El Anatsui
-Enrique Flores
-Diego Hernández

martes, 26 de agosto de 2014

A distorted reality is now a necessity to be free - Elliot Smith

Toca esa batería triste
ese redoble de tambor  lento y desarmado
que nos recuerda que la vida es una mierda injusta

Tócala mientras nos abrazamos bailando
ignorando que afuera es de día

Quedémonos aquí encerrados de por vida


jueves, 21 de agosto de 2014

Oye, qué lindos chocleros!

lunes, 18 de agosto de 2014

Tu cerebro se transformará en una piedra pómez - Me dijo una bruja un día-
si te fijas, llevas dos semanas resfriado,
el zumbido en tu oído persiste,
y ese rayón en la retina de tu ojo derecho se hace cada día más claro e interfiere con todo lo que intentas enfocar.
Estás destinado a morir.
Bueno, todos lo están.
Pero tu más que ningún otro.
Tu morirás pronto.
Has sido un cadáver desde la primera vez que tuviste que ver uno.
Heredaste esa enfermedad
y se te está secando el cerebro.

domingo, 10 de agosto de 2014

-Ese chocolate es una trampa.
-cuál
-el nuevo chocolate de Rocklets, es una farsa.
-ah, no lo cacho
-O sea, no sé qué tan nuevo es, pero el otro día lo probé por primera vez.
-y, qué onda?
-pus, es un chocolate con rocklets adentro. Los rocklets, como los chubis.
-sí
-Pa mí que es un invento pa no botar a la basura todos los rocklets que salen pifiados. Los ponen dentro de otra barra de chocolate y bualá, producto nuevo.
-Sí. así funciona la weá. Lo peor es que nosotros caemos redonditos, les creemos y les compramos.
-No sé, yo no lo había probado, no sé si les creo. Tampoco caché si el chocolate tenía mucha propaganda, pero tipo cinco, seis de la tarde me baja el antojo de comer algo dulce, y en el local de la esquina vi ese chocolate, de un porte piola, un snack barato y lo compré.
-Y?, weno?
-No, malo la verdad. Dejó bastante que desear. La  gracia de esas barritas o del relleno, es que lo que encuentres adentro sea distinto de lo que cubre por fuera. Distinto sabor, color, textura, etcétera. Y aquí, salvo por el caramelo de colores de los rocklets, el relleno es el mismo.
-Pero entonces es como un fractal, po y esa es su gracia.
-Cómo?
-sipo, un chocolate relleno del mismo chocolate, relleno del mismo chocolate, y así sucesivamente
-hmm.
-Como el brócoli, como las ramas de los árbloes..
-Nosé
-O como una pizza de pizzetas sabor pizza.
-Pero para que fuese de verdad un fractal el chocolate no tendría que tener forma de barra, sino tendría que ser un chubi gigante, no sé, como un disco de los que se lanzan en atletismo, cachai?
-Sí, pero quien te dice que el relleno de los rocklets no son microbarras de chocolate?
-Yo lo he visto, po. He comido rocklets de los normales y adentro tienen chocolate,  común y ordinario.
-Pero te digo micro barras de chocolate, imperceptibles al ojo humano. Las haz puesto al microscopio, acaso?
-No.
-Ya po, entonces. Existe la posibilidad. Y en el caso de que efectivamente así fuera. Este nuevo Rocklets que te compraste, sí es un fractal. Que además de ser un hermoso sistema de organización - porque dime que los fractales no son la zorra- revela de manera grosera y sutil el secreto relleno de los rocklets.
-Porqué grosera y sutil?
-Grosero por que le aumenta la escala a la forma del micro relleno de manera exagerada. Entonces lo deja ahí patente, a la vista, casi que te lo grita en la cara. Pero sutil al mismo tiempo porque la forma en cuestión es una simple barra de chocolate rectangular, entonces se camufla con todo el resto de los chocolates.
-Puede ser...
-Entonces te revelan su fórmula, cachai? quién haría algo así, qué empresa? Piensa en la fórmula de la coca-cola está escondida y resguardada en una  caja fuerte no sé dónde. Por qué la pepsi no es igual que la coca-cola, o que la lidercola. Porque no han podido dar con la fórmula exacta. El ingrediente secreto. En bob esponja lo grafican bien, con el rollo de Plancton y las cangreburguers. A propósito, ya empecé mi pega en el bar del mexicano.
-Si ? y qué tal?
-Bien, aunque no han terminado de construir la cocina. Así que estuve toda mi primera jornada sacando los pedidos parado en un charco con el agua hasta los tobillos, esquivando al gásfiter que tenía la cagá en la cocina con las cañerías.
-qué asco
-sí, pero las preparaciones llegan listas, yo sólo las pongo en el plato y salen. No se manipula mucho alimento en la cocina. A lo más hago el guacamole. Y es cuático por que lo tengo que hacer en una fuente grande de plástico, y en la casa de mi vieja usan la misma pa remojar la ropa sucia.
-qué asco
-sí, pero igual la lavo po, y se usa sólo pa cocinar
- Y qué onda los Chefs y el restoran,  Es  como un fast food?
-Maomeno, en general son tablas y platos fríos, sale todo rápido y la cocina es enana. Y los chefs son dos mexicanos jaleros. Osea uno es gringo pero habla español como mexicano y habla de los cuates y de que está chido y a huevo pero con acento gringo. El jefe de los garzones dice que en el otro bar donde trabajaban antes, se pegaban en la pera  y sacaban jales pa todo el staff
-La dura! y a tí te dieron?
-No po ahora están en rehabilitación. O sea no en un centro formal, sino que dejando la weá. Haciéndose el Kamboo y otras terapias alternativas.
-Kamboo, sudor de rana amazónica, si cacho esa hueá.
-Yo la quiero hacer
-No te hagai esa weá. El Samuel  se hizo esa weá y dijo que se sintió como el hoyo. que vomitó caleta. que sintió como se le hinchaba la tráquea y no podía respirar. que se hinchó por fuera también. Te hinchai como rana.
-Si leí en internet.
-Además te ponen la weá por la piel. Te queman con un unos inciensos la primera capa de la piel y por  ahí te aplican la sustancia esa. Una vez leí en el diario que un caballero en el sur se había muerto a las pocas semanas de hacerse el Kamboo. pero que su esposa decía que justo después de habérselo hecho se había puesto ultra energético y que andaba en bicicleta y subía cerros como cuando joven, pero derrepente sás. se murió.
-qué brigido
-pal pico
-Yo no la haría nicagando. He intentado tomar san Pedro un par de veces y es la weá más asquerosa que he probado. Siempre me he ido de witre, pero una vez me pegó un poco...fué chistoso igual. me reía de cualquier weá.
-Pero dicen que en verdad te desintoxica y te limpia y que vomitando botai todo lo malo que tenís adentro.
-No sé. Pa mí está clarito que en vez de desintoxicarte estai haciendo exactamente lo contrario. Estai ingiriendo veneno de rana, po, sudor de rana amazónica. la weá rebuscada. hippies culiados.
-sí, cuático. La Ale me contó que tenía una amiga que juntaba su regla y se la echaba a sus plantas.
-mestai hueviando
-no, que lo hacía pa usar los nutrientes de su endometrio
-qué asco
-el Manuel decía que le daba nosé qué botar los condones con su semen al basurero, y que prefería enterrarlos en la tierra.
-Oye y este hueón a qué hora va a llegar? qué hora es?
-11:37
-a mi me dijo que venía en camino
-tenís pa llamar?
-no
-buta yo tampoco.
-qué paja
-tu tenís llaves?
-no, y tú?
-tampoco.
-nos saltamos la reja?
-bueno, pero no va a servir de mucho, vamos a tener que esperar en el patio, a menos que haya una ventana abierta o algo.
- sí, por último esperamos al solcito en el patio de atrás.
-ya, dale, tu primero?
-ya, hazme sillita
-oye el weón guatón
-cha, y vo?
-ya súbe nomá, weón pajero.
-parece que no hay nadie. No hay ventanas  abiertas tampoco.
-filo, habrá que esperar que este weón se aparezca nomás. Tenís fuego?
-me dai uno?
-seguro
-ayer casi veo a la caro empelota
-yaa, cómo, porqué
-porque el baño está al lao de mi pieza, entonces escucho cuando se ducha. Y cuando cacho que sale del baño yo me asomo así como que voy pasando casualmente  y nos cruzamos en el pasillo y ella recien salida de la ducha, debajo de las toallas está empelota.
-ah, pero no la viste empelota empelota
-no, pero  casi po. Igual siempre me deja sus calzones ahí en el baño. Yo creo que lo hace a propósito. como un regalito
- y vos te los refregai en la cara, te apuesto.
-obvio
-puta el weón soñador. vos creís que se te está insinuando?
-sí, de hecho la otra vez dejo escrito mi nombre en la tina con un montón de vellos púbicos.
-qué asco, y qué mula.
-sí, es mentira. Pero dime que no sería romántico. nuestros nombres encerrados juntos en un corazón hecho de pelos de zorra, de su cándida zorra.
-ahí  viene este weón parece
-la vamo a tener que hacer corta porque tengo que estar en el centro a la unaymedia

miércoles, 25 de junio de 2014

Por qué hago esta hueá ?
por qué hago lo que hago
por que me levanto todos los días repitiendo mi nombre
por qué no me olvido quién soy
morir sería un alivio
hoy desayuné pan con palta
mande mails cargué el telefono
me demoré en ponerme a pintar
pinté un glaciar
hice un armuerzo
salí a caminar y a comprar un postre
pasé por  la Die Ecke -cuándo chucha me van a dar una fecha en la Die ecke-
volví
pinté un poco más escuchando un concierto de morphine del 94
weá buena
a las 6 tomé oncecita. pan con palta de nuevo.
salí en bici al taller de cuentos
me tocó leer hoy.
Hay varias cosas que afinar en ese último cuento.
desarrollar mejor el personaje de Waldo
me sugirieron que trabajara en una notaría
la jacquie y la eli están muy caricaturizadas.
Hay que específicar geografías
Y tomar una desición respecto de la historia que se supone que pasa pero que en verdad no pasa. Decidir si vuelvo a la realidad del cuento. O si me quedo en el supuesto, en la fantasía. y si es así,
exprimirlo.

La pintura del glaciar está la zorra
Los artistas visuales hablando de su obra -salvo contadas excepciones- son un enredo cerdo y vergonzoso.
me incluyo
a las mujeres les resulta mejor. son mas mateas.

por qué lo hice?
no sé por qué lo hice

por qué lo hago
no sé por qué lo hago

lo hago porque quiero hacerlo

jueves, 19 de junio de 2014

LA próxima será la historia de Waldo y David.
Padre e hijo.
David viene de regreso a chile por que su madre no quiere seguir manteniendolo en francia.
Waldo apenas lo conoce.
David tiene la dentadura podrida.
Waldo es un funcionario administrativo en una empresa de transportes. Creyente. Buena gente.
Siente una deuda con su hijo.
David no extraña a Waldo por que ha vivido casi toda su vida en Francia y su figura paterna fueron otros. No Waldo.
David habla español, por que su madre se preocupó de que él no perdiera la lengua, y le hablaba español en casa.
David tiene un pasado drogadicto. Tal vez todavía lo sea. Tal vez por eso tiene los dientes así de podridos.
Waldo ignora que el estado de los dientes de David se deba al exceso de cocaína, heroína y metanfetamina. Waldo se pregunta cómo su mujer fué a permitir que la dentadura de su hijo se estropeara de esa manera.
David escucha música techno. Psy trance.
Waldo escucha radio generalmente, pero a veces también pone discos de rock ochentero como los Guns o Iron Maiden.
Waldo tiene pesadillas con los dientes de su hijo.
Intenta hablarle del tema, es difícil para él.
Para sorpresa de Waldo, el tema no es un tabú para David y este le cuenta.
Le dice que nunca ha sido muy higiénico pero que la verdad se debe al exceso de drogas químicas que ha estado consumiendo periódicamente desde hace unos 3 años.
Waldo llora. Se siente responsable.
David está dispuesto a cambiar.
Waldo hace un gran esfuerzo para incorporar a David en su isapre.
Para Navidad le regala una cajita con un papel dentro.
es la boleta y la promesa de un tratamiento de ortodoncia.
David sólo tiene que empezar.


martes, 17 de junio de 2014

Si tuviera que decir algo

Empezaría por decir lo bella que era.
Hablaría de sus ojos caídos y más juntos de lo normal.
De su  nariz torcida hacia abajo 
Y las aletas de sus agujeros nasales angulosas y triangulares. Que se expanden y contraen demasiado notoriamente al rítmo de su respiración y expresión.
Tendría que mencionar el pliegue de encía que brota de abajo de su labio superior.
Seguido del  tono amarillo oscuro de sus paletas.
Seguido del anaranjado ocre de sus colmillos.
Cabría hablar de la grasa acumulada bajo su mentón y a los costados de su mandíbula.
Todo eso que sumado a una serie de protuberantes lunares velludos y  un paupérrimo sentido de la moda, daban como resultado a una chica  presumida y sabionda. Una opinóloga de marca mayor.


Una réplica del mundo al interior de mi cráneo.

Todo lo que pasa allá afuera merece estar aquí dentro.
Todo merece ser escrito y recordado y representado e imitado.
La milanesa con puré a dosmilquinientos que me comí hoy en el casino de la esquina.
La paloma volando a ras del suelo.
La idea de que si yo fuese paloma volaría como esa paloma, bajo, dejándo que el pasto me rose el pecho.
Cada segundo merece ser descrito.
Cada nombre y cara deben quedarse en mi memoria para siempre.
Cada esquina y cada historia replicadas en mi mente.

jueves, 5 de junio de 2014

A propósito de escribir

ME metí a un taller de narrativa y ahora no sé qué escribir.

apéndice

Ese texto quedó medio moralista.
Que la gente haga lo que quiera.
Mejor no hago juicios de valor.
Que la gente siga haciendo videos retorcidos y pervertidos y mandándomelos por whatsapp.
Que se sigan tirando de edificios y matándose a hachazos. Rock, Metal.
De que moriremos ahogados en lava, moriremos. Inexorablemente.
Vamos a jalar lava y se nos desitnegrará el cerebro como el agorex quema la plumavit.

lunes, 5 de mayo de 2014

Esperando morir ahogados en lava

Vivo en el país donde el video de un joven lanzándose al vacío desde el rascacielo más alto de la ciudad es éxito de taquilla. En el país donde los terremotos y los tsunamis existen y matan gente. En  el país de las mentes más pervertidas y retorcidas. Donde jóvenes se masturban con peces vivos, donde mendigos masturban con su cara la vagina de una mujer  en su período menstrual. Donde una mujer es decapitada frente a sus hijos. Donde un niño de ocho años apuñala más de 20 veces en la cara a su primo. Donde el weón que grabó el primer disco de mi banda incineró una guagua. Vivo con el Diablo a la vuelta de la esquina, como si fuera amigo de mis amigos y todavía no me ha tocado conocer, pero sé que existe, sé quién es y qué hace. Nos ubicamos perfectamente, pero nadie nos ha presentado aún. No hemos tenido la ocasión de conocernos. Hace poco Reveco se intoxicó con monóxido de carbono y por poco muere en su propia casa. De casualidad estuve en Valpo y vi con mis propios ojos el  fuego deborando casas. Vivo en el país donde los ricos no van a la cárcel, donde la negligencia y la maldad quedan impunes siempre. Santiago es una balsa que flota sobre  lava del mismísimo infierno. Intentamos hacer nuestras vidas, inventar nuestras canciones, sabiendo que tarde o temprano llegará nuestro turno de morir ahogados en lava.

lunes, 28 de abril de 2014

Lo que se traga, lo que se escupe, y lo que se traga sin saborear.

Hubo que bajar en bicicleta a las dos de la madrugada por la ciclovía de la calle Curicó en dirección al centro. Cruzar la Panamericana, dar vueltas por Sazié, Vergara, Gorbea hasta dar con la dirección. Entrar al cité protegido por una reja de fierro forjado  y verla aparecer por el pórtico de su casa. ¿Si, te gusta?, la remodeló mi viejo. Sí, la cagó, es como una cabaña. Mira, traje un poco de pisco. Buena, voy a buscar hielo. Ya.

Tuvo que hacerse el weón y culiar desconcentrado por que el alcohol en su estómago vacío lo había noqueado ya. Linda de cerca, fea de lejos, pensaba. Linda fea. Pensaba en los cálculos renales de su amigo. Pensaba si acaso ella podría ayudarle a arreglar, con su máquina de coser,  esa chaqueta rajada que andaba trayendo. Pensaba en la fuerza de su olor e intentaba distraerse  escondiendose en su  pelo, imaginando que era otra, que era su tierna vecina a quién ya había atesorado como una nueva fantasía. De quién ya había decidido enamorarse en secreto. Recordó sus caminatas de regreso a la hostal donde vivió cuatro meses en Wellington. Recordó ese sucio rincón bajo el lavaplatos de la cocina del restoran en el que trabajaba y entendió por qué ese específico rincón del planeta, cubierto de sarro, cucharas olvidadas, grasa, jabón, cables, fierros, esquirlas de loza y restos de comida húmeda lo conectaban con su patria. Ese espacio que no sería tocado jamás por un rayo de luz, ni por una escoba ni menos por una mano humana. Esa fealdad que se tiene en frente y que se ignora. Ese micro vertedero, toda esa fetidez era directamente proporcional a las cinco estrellas de los platos del restoran y  lo transportaban a su casa.
Terminaron. Fue a buscar papel higienico y se limpiaron. Un trozo fue a caer dentro de un vaso whiskero y quedó flotando el resto de la noche en coca cola y pisco. Reposando junto a los dos cuerpos tumbados.
A la mañana siguiente el ruido de edificios construyéndose los despertó de a poco. Ignoraron largo rato el pulso irregular de martillos contra tablas. Pretendían que dormían entre camiones  cargados de tierra retrocediendo,  excavadoras, perforadoras, grúas y voces sonando en radios. Quiso evitar hacer el amor de nuevo, pero no pudo zafar y se rindió al manoseo hábil a dos manos. Antes de ducharse tomó con su derecha el papel del vaso, lo estrujó y lo tiró a la basura. En el camino de regreso colchones abandonados en la vereda, humo de autos, carros de sopaipillas. Un grupo de cinco universitarias con delantal caminan desayunandose un completo gigante. Qué hambre.


Los frenillos de Sybilla

Sybila tiene trece años y es una mujercita. La conocí cuando tenía sólo diez y sus días se  iban en amasar a su gato, dibujar historietas de Disney Channel, lloriquear por la comida, pedarse sin pudor y faltar al colegio.
Sus dientes adultos recién asomados, haciéndose espacio en la dulce cara de una niña eran todo lo que se dice una ensalada.
Pendeja de mierda, me dije mil veces. Todo el resto del tiempo traté de ser un hermano o un papá, o un weón buena onda en el que pudiera confiar. Intenté educarla, pero sobretodo intenté tenerla de mi lado. Ser su amigo para revivir en su niñez mi niñez entrañable. Era fácil olvidar el berrinche y deajrse sorprender por su inagotable inventiva. Por el nivel  de su absurdo. Cómo no comprarle un helado. Cómo no madrugar para llevarla al colegio.

Hoy con frenillos,  ese desparramo de huesos que tenía es ahora una perfecta sonrisa teenager que encandilará a cualquiera. Así como ella solía encandilarme a mí.

lunes, 21 de abril de 2014

Cabeza blanca pelo negro

Mi vecina tiene un novio que si lo  hubiera conocido antes que a ella,  podría fácilmente haberse convertido en  mi mejor amigo y hubieramos grabado cortometrajes y hecho canciones. Pero desafortunadamente los conocí a los 2 juntos, son mis vecinos y por consecuencia guardo distancia con ambos. Ella es como una huasita del campo. De melena oscura y piel blanca.  Sin una pizca de maldad. Tal vez sólo el escote de sus pechos copa E sea su única cuota de maldad. O tal vez ella es tan buena que nisiquiera ha reparado en el tamaño de sus pechos. Ni de que salgo de mi habitación cuando la oigo salir del baño para  verla pasar en toalla y sentir su olor a ducha en el pasillo y una vez en el baño hacer la reconstitución de escena, y ver las gotas de agua que ahora se acumulan en el desagüe de la tina, colgar de cada uno de sus pezones dilatados por el calor del agua,  erectos  por el frío del aire mañanero.
Tampoco se ha dado cuenta de que cuando ella sube a desayunar, yo ya estoy tomando el mío, cosa que no le permite, por reglas de civilidad y buenas costumbres, sentarse y desayunar frente al televisor, como es la costumbre acá y la obliga a tener una cordial cita conmigo.

Pasa el día lento para ambos, cada uno sumido en sus tareas en sus respectivos cuartos, con las puertas abiertas como una invitación  in-intencional  a entrar en la intimidad del otro.   Salen de imprevisto en sus bicicletas, vuelven se topan y se saludan con reverencias del siglo 17, se oyen el uno al otro a escasos metros canturreando  o manipulando alguna herramienta.

Él guarda una réplica de la  cabeza de ella en una mochila bajo su cama. Melena oscura, tez clara, dientes perfectamente blancos y redondeados contrastando con el rojo de sus labios y encías. Él besa la frente de la réplica antes de salir, la pone entre sus piernas cuando se acuesta a dormir. La peina y la pone en lo alto de una repisa desde donde ella pueda observar y acompañar  todos sus movimientos.

Ella a su vez,  no se preocupa jamás de recojer sus cabellos atascados en el desague después de ducharse y de vez encuando abandona  su ropa usada en el suelo del baño.

lunes, 7 de abril de 2014

La mujer sin regla

11:37 voy atrasado a juntarme con el Kotalo, gran ejemplar del rock nacional. Tenemos que grabar unas maquetas de lo que será su próximo disco. Anoche me comí una amiga de la Fran, la Fran. Me dio la impresión que no sabía culiar, que era virgen, que prefería los dedos al mete-saca en sí.
Camino a la estación San Joaquín del metro miro por la ventana los carteles de cerveza, y pienso que alguien debería asesinar a los publicistas de la cerveza Escudo y sus eslogans loleins y asquerosamente sexistas.
Me bajo del metro apurado, bajo las escaleras todavía con un poco de caña. Me duele el pie izquierdo, no sé por qué, no recuerdo haberme caído ni torcido ni nada anoche, pero ando cojeando igual.
Hola, Kotalo. Abrazo.
-wena, Javier, este es Cuevi
-cuánto?
-Cuevi
-hola
El tercero,  Pancho, es un chascón metalero que intenta abrazarme, pero no lo conozco. -Hola.

Luego de 3 fructíferas horas en el estudio caminamos a la estación Rodrigo de Araya a comer  completos. Pancho, el chascón, se fué a su casa y ahora nos acompaña, Aquelo. Otro de los estudiantes que hicieron de técnicos de grabación en el estudio. Aquelo es un especímen curioso. Tiene las pestañas largas y tiezas como las de un caballo. Debe medir con suerte un metro sesenta y tiene los lóbulos de las orejas pegados a la quijada. Casi inexistentes. Tiene una que otra vellosidad en la cara que luce sin complejos como barba. Mientras esperamos que Kotalo vuelva del cajero, Aquelo fuma. Le ofrezco agua. No quiere. Yo insisto en que no es necesario que Kotalo nos invite a almorzar, que esto es colaboración. Aquelo insiste en  comer completos.
-No había plata en el cajero, no me dejó sacar dos lucas solamente-.
- Filo, vámos pa la casa, nomá.
-Dale, caminemos a Rodrigo de Araya, tengo que tomar micro allá.
-Oh, mira. Están abierto los completos-, nos obliga Aquelo.
-ok, entremos.
Despúes de almorzar, Kotalo le pregunta a Cuevi a qué grupo pertenece él en su universidad, si a los metaleros o a los hip hoperos. -A ninguno-.
-Pero, ¿si hubiera una pichanga entre los metaleros y los hiphoperos en qué equipo jugarías ?-
-sería arbitro-

Salimos del local, Aquelo sube a su micro camino a la precordillera. Cuevi, Kotalo y yo subimos al metro dirección norte. Chao, Kotalo, abrazo. Chao, Cuevi, ¿abrazo? no, bueno ya, sí, no, mejor que no. Suena el timbre, van a cerrar la puerta, me doy media vuelta por poco la puerta me amputa mi pie izquierdo que me ha estado hueviando toda la mañana. -Nos vemos, hablamos! les hago una seña a través de la ventana, mientras el tren empieza a moverse.
Cojeo un par de cuadras camino a mi casa  recordando las manchas de sangre seca en las sábanas de la cama de anoche. -Mira lo que hiciste!- Le dije. -Eso no es mío- Nos reímos. No era de ella, me consta. Pero una broma ayuda a romper ese hielo matutino entre dos desconocidos que despiertan juntos.
La sangre, sangre que aflora de la vagina. Me acuerdo de ella. De la Mujer sin Regla. De su departamento decorado como casa piloto. De los afiches de Tolouse Lautrec, de las fotos de Marilyn, los sillones de cuero. De aquél maniquí grotesco junto al velador que usa como colgador de paraguas, sombreros y bestones. Me acuerdo del día que me contó  de su condición. Que simplemente no tenía ciclo menstrual, nunca lo había tenido, y que no le daba ni pena, ni miedo, ni sensación de invalidez , ni de bicho raro, de hecho le parecía bastante práctico e higiénico. Además, no puedes extrañar algo que nunca tuviste.
Fair enough, digo yo. Es una especie de superpoder que tienes. Tal vez por eso puedes subir el cerro San Cristobal trotando con resaca. Tal vez por eso tu abdomen y tus glúteos son pura fibra.
-No es un superpoder, yo soy una chica normal, pero sin regla.


domingo, 6 de abril de 2014

martes, 1 de abril de 2014

Andalicio & Aquiles

No se  veían hace ocho años. Se conocieron cuando ambos prometían tener una fructífera carrera en el rock progresivo local. Luego de muchos conciertos y  una condensada rivalidad-gloria-decadencia, cada cual siguió su camino sin saber mucho el uno del otro.

Andalicio lo llamó un lunes, imprudentemente temprano,  para pedirle prestado un pedazo de la batería. -El tambor, la caja, la redoblante, la snare drum, o como sea que te guste llamarle-, dijo.
 Venía llegando a Chile y tenía pocos días para grabar con su banda que recién había migrado desde Argentina. Todos los integrantes  habían migrado excepto él, que si bien era chileno, allá ya tenía una mujer francesa, un hijo argentino y planes de instalarse en Francia en junio.
-Andalicio debe ser el mejor batero que conozco-, dice Aquiles. Lo he visto tomar las baquetas con la yema de sus dedos y alternar golpes de corchea, semicorchea, fusa, aumentada  y la conchasumadre contra el tambor sin siquiera mover las muñecas, mientras  mira con sonrisa de niño que  muestra un truco nuevo. Sentado tras la batería cerrando los párpados de su cara redonda y asimétrica, con un una mitad inflamada como si permanentemente estuviera con hinchazón post dentista. O con paperas. Sus movimientos tranquilos y fluidos, su y equilibrio de Tai Chi, contrastan absurdamente con el ruido histérico de metralleta que brota del aparataje de fierros, platillos y tambores.  Casi  tanto como el lado izquierdo con el derecho de su cara.

-Chile ya no  es mío, Santiago ya no es mío- decía, -Mira ese edificio, esa casa, cuándo vi eso yo, nunca, está todo cambiado ya no recuerdo ni el nombre de las calles-  Al tiempo que pronunciaba  palabras se daba cuenta de que su boca estaba plagada de modismos argentinos, sonreía con pudor y se corregía cuando decía alquiler en lugar de arriendo, copado en lugar de bacán.
Una ciudad puede cambiar más rápido que una persona, pensaba Aquiles,  le parecía que Andalicio en ocho años no había cambiado sustancialmente. Seguía siendo el mismo tipo tranquilo y sencillo, sólo que ahora tenía una mujer e hijo, toda un vida en otro país, una nueva visión de lo que es chile, de lo que significa tener treinta años y vivir fuera del sistema; una mezcla de  resignación y felicidad.

Caminando hacia Providencia por la calle Holanda, justo a la hora pico, el tráfico de autos en sentido contrario avanza lento y los dos amigos caminan inmersos en una charla sin advertir la cantidad de ojos que se posan sobre ellos y los pedazos de batería que destellan como diamantes al sol.
De un auto se escucha un coro de mujeres y se ven manos saludando. Aquiles, Aquiles!!  Tres mujeres,  crespas sonriendo y asomando sus cabezas, Aquiles toca las manos de cada una, las saluda, les sopla besos desde su mano y siguen caminando. -Me las cogí a las tres- dice. Mentira, sólo cogió con la que iba en el asiento de atrás un día después de un partido fútbol  importante, en un asado en la casa de alguien, terminaron todos bailando y ellos se fueron a follar en un auto. Luego de un corto follón medio vestidos, unos cigarros, unos sorbos de licor y un eficiente blowjob,  Aquiles la llevó a casa de sus padres y ella, antes de bajarse,  compartió un poco más de intimidad con él, contándole cosas como su aversión al gremio de los periodistas o  que su hermana se había suicidado hace una década atrás. Ese fue el primer sexo que tuvo Aquiles después de que su novia lo había abandonado.
 A las otras dos crespas de adelante le hubiese gustado cogérselas, pero con una sólo bailó en un matrimonio y borracho,  le confesó que andaba cachondo, que había decidido no usar corazoncillos ese día, y que el roce del genero con sus genitales lo traía excitado. Ambos, sabiendo esta información bailaron el resto de la noche frotándose y refregándose hasta que Aquiles abatido por el alcohol, se echó a dormir debajo de una mesa y no supo más de sí. La tercera, la que conducía, también le hubiera gustado cogerla, pero había sido novia de su hermano, de otro amigo cercano y hace poco había contraído matrimonio, así que a decir verdad, nunca tuvo  chances reales ni de verla desnuda ni de  follar en cuatro patas ese moreno y atlético trasero, tal como lo estaba imaginando en ese momento. Como sea, Andalicio no creyó una palabra de lo qué le dijo  y siguieron su marcha hacia el estudio.


lunes, 31 de marzo de 2014


sombrero negro y túnica negra
dentro y debajo la cara blanca de una mujer
una bruja universitaria
la muerte colegiala
un jumper vacío vuela
se escapa al bosque en el recreo
y aterroriza  obreros con carcajadas inocentes

sombrero negro y túnica negra
dentro y debajo un puñado de ratas culebras murciélagos y arañas
cadáveres rehogados en petróleo

sobre la cara adolescente
una pirámide de huesos
se  estira hacia el cosmos
succiona su líquido
triza su cuerpo
tose polvo
niña sin vida
virgen de sombrero


lunes, 10 de marzo de 2014

anoche culié contigo II

Otra vez soñe con la mujer imposible
con la que no puedo soñar
con la que me está prohibida desde hace ya una década.

Cada cierto tiempo se me aparece en sueños
para embetunarme de besos y abrazos
para entregarme su sexo con amor de mujer
para reconocer que es a mí a quién ama, más que al padre de sus crías.

Ya llegará el día en que ebrio en su cabaña
finalmente me llene de valor
para darle en  la vida real
ese beso inmenso que le tengo guardado
y cagarla hasta el fondo.

lunes, 3 de marzo de 2014

Jueves viernes sábado domingo.

En el asao en la casa de unos amigos in intencionalmente me robe unas longas y me las traje pa la casa. Unas longas de Chillán, anaranjadas y jugosas. Las puse dentro de una bolsa de hielo vacía y me las eché al bolsillo.
A veces meo sentado 
El olor a productos de limpieza que salió del estacionamiento me la recordó a ella, su cuello y su pelo. Curioso que un estacionamiento de un edificio del centro y el cuello de una mujer puedan oler igual.
Las longas pasaron un día entero en el bolsillo de mi parka. Ahora están en el refri. A ver si me animo y cocino unos porotos.

miércoles, 19 de febrero de 2014

Oh!
qué bonita
qué linda
hermosa
maravillosa
preciosa
rica
exquisita por la chucha
qué rica conchasumadre, mierda, mierda
te haría cagar, te haría recagar
te voy a sacar la chucha.
***

lunes, 17 de febrero de 2014

Cámara femenina

Una micro llena de mujeres  rumbo a donde trabajan la semana de corrido. Se siente  en el aire el peso del domingo. Caras largas. Lolitas maquilladas, mujeres, madres maduras, señoras y abuelitas. Conversan. Escuchan música en sus audífonos. Miran por la ventana y duermen en la calma del vaivén de la nave serpenteando lejos de la ciudad. A su paso  esa  inconfundible estela de dulzor toca las fachadas de las casas.
 El chofer ciego y anónimo,  va depositando cada pasajera en su lugar hasta que esa delicada cámara femenina, vuelve a ser una fría micro vacía.

miércoles, 15 de enero de 2014

Dorada

Anoche, camino  a casa me encontré con la Dora.
Yo venía de un inocente paseo de día martes con la Fran. Habíamos estado en la inauguración del Nicolás Manning en Mil Metros Cuadrados y  después tomamos unas pilsen, contra mi voluntad, en el Rapa Nui. Ella nunca había ido así que accedí a ir, y para suerte nuestra, los parroquianos esa noche no eran artistas.
Después bajamos por Santa Isabel hasta Salvador y ahí entramos al Entrechoke, un sucucho más barato,  que tenía dos improvisados baños detrás de la barra. Ahí hablamos de la iglesia católica, de su primo cura y mi hermana monja. De nuestros ex y de lo desilusionados que estábamos del amor. De cuánto disfrutamos nuestra soltería y de cuánto (o cuán poco) añorábamos formar una familia que te resguardase después de una jornada laboral.
Dos pitcher, un plato de papas fritas, hartos cigarros. Caminamos al paradero, pasó su micro y me fuí caminando triunfante o melancólico, es igual. Doy la vuelta por Infante y a los dos metros, montada en su bicicleta, aparece Dora, entera vestida de negro. Shorts muy cortos y  muy ajustados, igual que su polera. Se saca el casco y agita su melena rubia dorada como en un comercial de lucky strike y me tira un Hola guapo. Nos cagamos de risa y me invita a tomar.
-Vamos al Entrechoke?. Puta, vengo de allá. Ya dale, vamos.
Entramos al local y aunque no andaba de cita con  ninguna de las dos, me siento un campeón por salir con una y a los cinco minutos entrar con otra.
-Me quiero cortar el pelo, me dice.
-Jamás, le digo yo, no en un afán de flirteo, o sea sí, un poco, tal vez. Es que el color de su pelo me atrae mucho. Me da curiosidad ese pantón de plateado, dorado y blanco. Ese amarillo y sus infinitas variaciones. La verdad que las rubias nunca han sido mi preferencia, pero la Dora es linda. Sonríe mucho. Lleva los labios pintados fucsia, tiene una paleta levemente más adelante que la otra (como Solvejg Beyer, como La Belén), los ojos celestes y  pecas. Me conversa como escondida  tras su pelo. Nuestras rodillas se tocan por debajo de la mesa intermitentemente. Le muestro mi tatuaje nuevo. A nadie le gustó, le digo, por que es como una talla aweoná. Pero igual yo lo encuentro la zorra, ella dice que le gusta, que le gustaría tatuarse la palabra Jamás. Enseña sus bíceps, tiene más que yo,  los palpo, tiene los brazos firmes largos, bronceados y  las axilas suaves. Unas peras de padre señor mío.
Quiero decirle algún cumplido, sobre todo por sus axilas perfectas. Me siento extrañamente excitado, lo siento en mi garganta. Nunca he sabido cómo describir esa sensación, ni por qué la siento en esa región, pero me pasa cuando el deseo me toma por asalto, con una foto media erótica en alguna revista.O cuando en la micro aparece un vestidito o unos shorts. Es raro, creo nunca me había pasado sentado conversando con una mujer, siempre había sido desde lejos.
Su colorido esta noche, su risa fácil me hacen tirar por la borda todo mi discurso acerca de la soltería. Quiero puro casármela, comérmela y hacerle una chorro de hijos.

Pedimos en la barra que pusieran Get Lucky de nuevo y bailamos. El chascón de la mesa del lado bailaba bien. Me decía, mira con una mano el bolsillo, así, baila con una mano en el bolsillo. Nos sentamos de nuevo y  hablamos de la Renata Ruiz, de Metallica, de Nueva York, de las enfermedades venereas, de la palabra dignidad, tomamos un melón con vino,  después un pitcher, yo probé ponerle pilsen al melón a ver qué tal. No creo que lo haga de nuevo. Al menos no en una cita.

Camino de regreso se desvió de su camino porque insistí que me acompañara un par de cuadras. Cuando hubo que despedirse le dije  con mi tono superhéroe-poeta-comunista que estaba súper rica, que no se cortara el pelo, o que sí, como quisiera. Ella sonreía, como lo había hecho toda la noche. Montó su bici, y desapareció rápido pero en mi mente nos quedamos en esa esquina de Santa Isabel un rato, lamiéndonos la boca, metiéndonos mano de lo lindo, agitando nuestros corazones, y en mi casa o la suya, follando mucho.

sábado, 11 de enero de 2014

Cronicas de un bajista de sesión I

Después de un año o más sin vernos nos juntamos en una plaza cerca de Bilbao. Yo estaba con la Sofía tomando té helado y fumando tabaco, conversando de sus negocios futuros y de cómo había sido que de nuevo estaba de novia. Como ellos no se conocían y ya empezaba hacer frío, la Sofía decidió irse asíque yo me fui con Rojas pa su casa. Tenía que ducharse y cambiarse de ropa. Había dormido una hora, dijo, y venía sudado como cerdo. Pedaleamos a Plaza Egaña por esas apacibles calles, todavía quedaban unas horitas de luz. En una esquina nos miramos con una pandilla de niños en skate. Asentimos como diciéndoles, "van por buen rumbo, muchachos". Entramos al edificio saludando al conserje con ese tono agudo de niño bueno, de niño de casa:- Hola Don José, ¿oiga mi mamá llego?
 -No señor. 
-Ah!, ya , puta la weá, ando sin llaves.
De la ventana de uno de los departamentos se asoma un niño y yo lo saludo, pa seguir con la onda empática.
-Wena Dante!-, le grita el Rojas -Oye está tu mamá?
Se asoma una mujer grandota, crespa, sonriente. Con niños trepandole por el cuello, por el pelo...
-No, no tengo llaves de tu casa yo, pero ven po, pasa.

Mientras pedaleabamos Roajs me contó por qué fué que lo echaron de la casa de sus primos y había tenido que ir a vivir con su madre de nuevo. Habían tomado unos LSD medios truchos o sintéticos, como decía él.  Y se habían ido en mala volada. Se angustiaron, les dieron calambres, no querían salir de la casa, estaban aterrados, su socio rastafari se retorcía en el suelo llorando y pidiendo perdón, nombraba a su ex, -la cagué la cagué, gritaba. Rojas también lloraba, llamó a su ex, a sus amigos, quería consuelo. El único que le contestó fué su viejo, que quedó igual de angustiado que él con las barbaridades que le dijo. Mal volón. Pero lo peor no fue eso, fué que todo ese teatro yonqui fue presenciado por la hija chica de su prima. Así que cortaron por lo sano y a la semana Rojas figuraba de vuelta con su madre. Y su hermano. Y la hija de su hermano. Y otro hermano más.

En la departamento de la vecina de Rojas, que era también prima de su madre y estaba cuidando a la  hija de su hermano, nos sentamos en unos sillones de cuerina a esperar. Mientras Rojas tomaba su ducha la mujer me ofreció un jugo y se sentó en el sillón de alfrente en una posición que me pareció bastante incómoda. -Tengo parálisis facial. me dijo dulcemente. Es segunda vez que me pasa, la primera vez fue en el lado derecho y me dió dos días antes de tener al Dante. Está casi cien por ciento mejorada, pero yo aún lo noto, mira. Y haciendo el gesto de tirar un beso, vi cómo el lado izquierdo de su cara permanecía inmóvil.
-Pero es súper leve.
-Sí, la acupuntura me ha ayudado ene.
-Qué bacán
Se llama Laura, se fué a vivir a Suecia el año 73 y aprendió a hablar sueco antes que español. Cuando regresó a los nueve años venía de vacaciones con su hermana menor sólo a pasar el verano con sus abuelos en San Felipe. Pero su padre biológico, timó a su madre y las hermanitas terminaron viviendo en San Felipe bajo el cuidado de sus abuelos, quienes les prohibieron hablar  sueco entre ellas, y fué así como perdió el idioma. Al año siguiente su madre las rescata luego de vender todo y ahorrar hasta el último penique trabajando como asistente de dentista y garzona a la vez,  y se instalan en Santiago en una pensión cerca de la calle Salvador. La señora ya es mayor, está casada de nuevo y goza de buena salud, de hecho tiene un culo redondo y unas piernas firmes y duras que Laura envidia y sabe que nunca tendrá.

Rojas aparece con una guayabera gris toda arrugada, se empapa de perfume y yo pienso que tal vez debería adoptar ese hábito. Laura se ofrece fervientemente, casi lo obliga a Rojas a sacarse la guayabera para plancharla. Si bien Rojas puede tener pinta de guatón desaliñado y los dientes medio amarillentos, el hombre se perfuma. Y al parecer la cosa da resultado por que la amiga que llega al bar a sentarse con nosotros, pero que se va a la cama con él, tiene bastante gracia. Osea, tiene re buenas tetas y esos shorcitos de bluyin ostentan un par de piernas morenas, bornceadas, suaves y brillantes, que sentadas a mi lado puedo hasta oler. Lleva colgando una cadena delgada con una figurita de metal colgando, un platillo volador. Que se mueve como un péndulo bajo sus senos, frente al rollito de piel que deja ver su polera, sobre los pliegues de la tela del bluyin, como un pequeño guardián de toda esa zona. Hijo de puta. Rojas está en su día libre, pero viene igual al bar donde trabaja, nos ofrece cerveza a destajo. Stout, Indian Pale Ale, Lager, Rubia, Tostada, Negra, Rubia. Habla del lúpulo, del mexicano dueño del local, mientras me pasa paquetes de paragua de luca pa que yo los role. Los mezclo con tabaco y les pongo un filtro hecho con cartón. Fumamos ahí mismo, invita a fumar a los garzones, sus compañeros de trabajo. Subo al baño meo durante horas,  vuelvo y Rojas tiene una mano sobre la pierna de Ali y el índice debajo del bluyin acariciando lento. -Inviten pues, no coman pan frente a los pobres. los interrumpo. Nos reimos. pagamos la cuenta y nos vamos.

martes, 7 de enero de 2014

such a loser

- loco vengana  a mi cumpleaños
-puta es que organizamos una completada en mi casa, vienen todos.

-Aló, oye pero hagan la completada acá
-puta es que nos desarmai toa la weá, vente vos
-Wena loco, tanto tiempo, que la zorra verlos
-shht hablen más despacio
...
-ya loco se van a tener que ir
-chao
-chao
 (caminando a la casa)
-Hola, te molesta el olor a pucho?
-no dale
-bacán, soy javier
-wena
-qué hacís
-espro la micro, voy pa Las Torres
-ya wena
-bla bla bla
-blabalblabla
-me dai tu telefono, puede ser ?
-ya si + 56 9 828 76 3456
-wena, ah oye viene tu micro
-sí
-ya, chao
-chao
(afuera de una casa con ruido de gente carretiando)
-Aló!, hola?! esoty afuera!....Alo!
-quien es?
-puta, la verda que un transeunte cualaquiera, no te conozco pero estoy de cumpleaños, quiero carretiar, soy buena persona...me veis?
-sí, si te veo. Ya pucha, es que yo tengo una hija, y está durmiendo, te voy a tener que pedir que te vayai...O si no, llamo a paz ciudadana.
-La dura?, pero si no traigo armas, no voy a faltar respetos
-andate ahora
-chucha, ya.

sábado, 4 de enero de 2014

Anoche baile con la Vale

Debe ser la primera vez que carretiamos desde que la conozco hace como 2 años.
igual una vez vino una vez a una tocata
después a una expo
otra vez nos juntamos en una plaza
pero ella siempre está pololeando
y anoche fue la primera vez que carretiamos y que nos esparcimos fuera de la pega
bailamos caleta
frente con frente
a mi me gusta como desde la tercera vez que la ví
es linda
y pilla, 
clever, como diría el Tito, que también la vio y lancontró rica.
Yo creo que ella sabe que me gusta
yo creo que yo también le gusto un poco
pero ella tiene un pololo 
igual mejor
por ahora
no rush

viernes, 3 de enero de 2014

arist in residence

doesn´t exist
doesn´t work for me
I can only work under pressure
without having any time at all to work
otherwise I waste my time on facebook
or writting shit in this blog

jueves, 2 de enero de 2014

Mi amor por el Diablo se está agotando

siento que la muerte está cerca
que satanás me está rondando
que voy a protagonizar un accidente sangriento
pronto
que me va a tener frente a él de rodillas
y me quebrará las clavículas con un hacha

mi cuerpo quedará tirado y morirá lentamente
se pudrirá con el aire 
el camión de la basura será mi carro fúnebre
y en algún vertedero de Lampa
me darán sagrada sepultura.