Otra vez soñe con la mujer imposible
con la que no puedo soñar
con la que me está prohibida desde hace ya una década.
Cada cierto tiempo se me aparece en sueños
para embetunarme de besos y abrazos
para entregarme su sexo con amor de mujer
para reconocer que es a mí a quién ama, más que al padre de sus crías.
Ya llegará el día en que ebrio en su cabaña
finalmente me llene de valor
para darle en la vida real
ese beso inmenso que le tengo guardado
y cagarla hasta el fondo.
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