Eso que era una Pirámide Mastaba en la última muela del lado izquierdo de mi maxilar inferior
podía haber sido una mina a tajo abierto.
Un túnel de hueso que me conectaba con mi sistema nervioso y no podía quedar al descubierto.
No podía quedar expuesta a tanta carne y tanto pan, llenando el hueco a presión.
Había que construirle "una corona" Un casco. Una protección de hierro cubierta en porcelana y eso fue lo que se hizo. Un trabajo de joyería, porque no había mucho espacio para esta corona, asíque la pieza era una verdadera miniatura.
Se construyó y se instaló en la pieza nr 31.
Estuvo ahí toda la tarde del día en que la colocaron.
Luego en la noche de regreso a casa me comí un sneaker y se despegó.
La guardé en mi bolsillo y cuando llegué a dormir, la dejé en el velador.
En la mañana desperté exaltado pensando que había perdido la corona.
Revisé el velador y estaba ahí, de cabeza, la porcelana en contacto con la madera del velador
y el hierro con la forma del hoyo de mi muela manchado con caramelo.
Me levanté, la limpié con el cepillo de dientes y la colóqué en su lugar.
Luego me hice desayuno
tosté un pan
y a la primera mascada del pan, el casco se vuelve a desprender y me lo tragué.
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