martes, 7 de noviembre de 2017

Discurso para leer en la celebración de los 25 años de la muerte de mi madre.

Soy el cadáver de mi madre
soy un cartel que grita la palabra huérfano
soy un zombie
una momia de 8 años siguiendo la inercia de la vida.

Me gustaría culparlos a todos ustedes,vivos, por la muerte de mi madre
quisiera que con estas palabras sintieran pudor de estar vivos.
Pararme a hablar en este púlpito me obliga a  decir cosas importantes y solemnes.
Y la verdad es que lo más solemne que se me ocurre es decir que me gustaría que alguien fuera el culpable de la muerte de mi madre para poder apuntarlo
y así tener a quién dirigir la rabia que siento ante la injusticia de la muerte de mi madre.
Pero quién es culpable
¿Dios?
¿el destino?
¿ella misma?
Nadie tiene la culpa
la propia vida tiene la culpa
Así es la vida:  injusta. Eso lo aprendimos con mis hermanos tal vez demasiado temprano. Esa fue nuestra primera  gran lección. Y hoy 25 años depués de haberla enterrado, sigo necesitando un culpable. Pero nadie tuvo la culpa. Lo sé.

Eventualmente te acostumbras al dolor. Eventualmente te olvidas, pasan los días. Te haces mayor. Llegan las responsabilidades, te anestesias y tu difunto termina por desvanecerse entre las obligaciones y tareas que te asignaron o que tú mismo elegiste.

Es curioso ser criado por un difunto. Es curioso amar un difunto.

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