viernes, 24 de febrero de 2012

A propósito de estar en cama con amigdalitis, leyendo Bukowski con saudade.

Mujeres se llama la novela.
Y fuera de todo el sexo explícito que agradezco hasta el infinito,
lo que más me gustó son estos 3 o 4 párrafos:

"...Las relaciones humanas eran extrañas. Quiero decir que pasabas un tiempo con una persona, comiendo, durmiendo, y viviendo con ella, amándola, hablando con ella, yendo a los sitios juntos y, de repente, todo cesaba. Luego había un corto período de tiempo durante el cual no estabas con nadie, pero entonces otra mujer aparecía y tú comías con ella y jodías con ella y todo parecía tan normal como si huebieses estado esperando a que llegara y ella hubiese estado esperándote a ti. A mí nunca me parecía bien estar solo, algunas veces no me sentía mal, pero nunca me parecía bien."

"...Hay un problema con los escritores. Si lo que había escrito un escritor se publicaba y vendía mucho, muchos ejemplares, el escritor pensaba que era magnífico. Si lo que había escrito un escritor se publicaba y vendía un número aceptable de ejemplares, el escritor pensaba que era magnífico. Si lo que había escrito se publicaba y vendía poco, pensaba que erra magnífico. Si lo que había escrito nunca se publicaba y no tenía dinero suficiente para publicárselo él mismo, entonces pensaba que era magnífico, genial. La verdad sin embargo, es que había muy poca magnificencia. Era prácticamente inexistente, invisible. Pero podías estar seguro que los peores escritores eran los que más confiaban en sí mismos, los que menos dudas tenían."

"...Yo era sentimental respecto a muchas cosas: unos zapatos de mujer bajo la cama; unas horquillas olvidadas; la manera como decían "Voy a hacer pipí"...; cintas de pelo; pasear por el bulevar con ellas a la una y media de la tarde, sólo dos personas caminando juntas; las largas noches bebiendo y fumando, hablando; las discusiones;los pensamientos de suicidio; comer juntos y sentirse bien; las bromas, la risa saliendo de ninguna parte; sentir milagros en el aire; estar juntos en un coche aparcado; comparar pasados amores a las tres de la madrugada; que te dijeran que roncabas, oírlas roncar; hijas, hijos, gatos, perros; algunas veces la muerte y otras el divorcio, pero siempre yendo hacia adelante, siguiendo a través; leyendo a solas un periódico y comiendo un triste sandwich sintiendo náuseas porque ella ahora estuviese casada con un dentista tartamudo, hipódromos, parques, picnics; incluso cárceles; sus estúpidos amigos, tus estúpidos amigos; tu bebida, sus bailes; tus flirteos, sus flirteos; sus píldoras, tus polvos con otras personas y ella haciendo lo mismo; dormir juntos..."

"Dinky estaba inspirado. Tenía cantidad de volumen. Sus pies se movían de un lado a otro, siguiendo el ritmo con sus zapatillas de tenis y nosotros podíamos oírlos. En esos momentos, era él mismo,de alguna manera. No estaba bien y ni siquiera sonaba bien, pero el producto en sí era mucho mejor de lo que solías oír normalmente. Pero si le mentías a un hombre respecto a su talento sólo por que estaba sentado enfrente tuyo, ésa era la mentira más imperdonable de todas, porque le estabas diciendo que siguiera, que continuara, lo cual para un hombre sin verdadero talento era la peor forma de desperdiciar su vida. Pero mucha gente hacía eso, sobre todo amigos y familiares."

"Sara era una buena mujer. Tenía que centrarme. Cuando un hombre necesitaba muchas mujeres, sólo era porque ninguna de ellas era buena. Un hombre podía perder su identidad jodiendo demasiado por ahí."